Curaduría de Pilar Romero Cajigal
El espacio impalpable
Un recorrido háptico
“Nada puede tocar o ser tocado excepto un cuerpo”
Lucrecio. De Rerum Natura. Canto I
La saturación de imágenes, característica de la era global y digital actual, posiciona a la vista como el sentido fundamental de nuestra percepción. Desde el mito de la caverna de Platón nuestra cultura ha privilegiado lo visual como fuente de conocimiento fiable, siendo la percepción visual la que nos ha remitido siempre a la materialidad de las cosas.
Sin embargo, el concepto de lo háptico, introducido en el siglo XIX por el historiador de arte Aloïs Riegl, fue clave en el giro perceptivo. Lo háptico es otro modo de ver, otro valor estético que invoca al sentido del tacto a través de lo visual. La exposición surge del deseo de experimentar otra forma de percepción sensorial más allá de la visual. Es evidente la predisposición hacia lo matérico, hacia la textura como fruto del movimiento corporal que se aprecia al mismo tiempo en la quietud de cada instante reflejado en las obras.
La muestra está concebida como una misma unidad matérica en la que la cualidad háptica de las obras es la línea conceptual que apela, de diferente forma, a la textura, a lo táctil, para privilegiar a la distancia la cercanía física que impone la visión. En este sentido, la condición háptica se muestra desde distintas perspectivas. Por un lado, el contacto del cuerpo humano con el lienzo es la base de la propuesta artística de Donna Huanca y Pamela Rosenkranz, en cuyas obras la piel no es un límite superficial, sino que es el elemento transformador del lienzo que es, a la vez, transformada por él.
Al mismo tiempo, la sinestesia de lo visual y lo táctil está presente de manera especial en las obras de Perla Krauze, Cynthia Gutiérrez, Paloma Bosqué, Olga de Amaral, Jorge Eduardo Eielson y Jason Martin. En estas piezas, la vista anticipa cierta textura que es posible comprender aun sin ser tocada, su condición escultórica parece invocar a nuestra memoria sensorial.
Otros artistas emplean el movimiento, ya sea sutil o brusco, como ritualidad en la creación de la obra, tal es el caso de Gabriel Orozco, Liat Yossifor, Lucio Fontana o Matt Ager. Mientras que la referencia al movimiento desde la posición de los músculos y la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales se refleja en las obras de Eva Kotatkova, que aluden además a la experimentación del espacio y a la sensación, también háptica, del equilibrio corporal y el reposo al resaltar miradas, gestos y posturas.
El título de esta muestra, El espacio impalpable, es una frase extraída de la obra De rerum natura (Sobre la naturaleza de las cosas), escrita por el filósofo y poeta Lucrecio en el siglo I a. C. En ella, el autor, al tratar la naturaleza del mundo que nos rodea, determina la materia y el vacío como elementos que no existen aisladamente, sino que forman una unidad, y es esa unión la que hace posible el movimiento.
Sin embargo, no todo está en todas partes ocupado por materia compacta; pues dentro de las cosas existe el vacío. […] Así pues, existe un espacio impalpable, inocupado, vacío. Que, si no existiera, de ningún modo podrían moverse las cosas.
Así, la frase evoca la idea de lo táctil y su componente espacial asociado al movimiento, que es a su vez componente esencial de las obras seleccionadas. Al mismo tiempo, refiere a una condición intocable, que es también propia de las obras de arte, lo que nos invita a apreciar su materialidad a través de otros sentidos.
Liat Yossifor
Óleo sobre lienzo
203.5 x 177.5 cm
Donna Huanca
Óleo y arena sobre impresión digital sobre lienzo
180 x 275 cm
R.H. Quaytman
Óleo, serigrafía, yeso sobre madera.
50.8 x 50.8 cm
Cynthia Gutiérrez
Bronce, esmalte blanco mate
34.1 x 29 x 2 cm
Gabriel Orozco
Óleo sobre papel
25 x 25 cm
Gabriel Orozco
Óleo sobre papel
25 x 25 cm
Matt Ager
Pintura acrílica sobre pellón
85.5 x 104 cm
Jason Martin
Óleo sobre aluminio con laterales de cobre
122 x 254 x 10 cm
Detalle Díptico
Jorge Eduardo Eielson
Acrílico y arpillera sobre bastidor
89 x 116 x 17 cm
Olga de Amaral
Lana y pelo de caballo
124 x 70 x 10 cm
Perla Krauze
Óleo sobre lino
15 x 15 cm
Perla Krauze
Óleo y grafito sobre lino
15 x 15 cm
Gabriel Orozco
Gouache sobre papel
41 x 51 cm
Paloma Bosquê
Hilo de lurex sobre lienzo translúcido
77 x 56 x 3.5 cm
Pamela Rosenkranz
Pintura acrílica y elastano
190 x 140 cm
Lucio Fontana
Óleo, agujeros y grafiti sobre lienzo
73 x 60 cm